Los modismos del habla no
es nada más lo que se escucha con el nombre tal, sino algo realmente grande y
significativo que va transformando nuestras vidas, no solo en México sino, en
todo el mundo. Esta monografía trata algunos puntos sobre los modismos,
tendencias, modas al halar, como cada individuo lo aseméjese a su contexto
personal, y da ejemplos de algunas palabras que se han oído con frecuencia al
hablar.
Los tecnicismos que
llevamos en nuestra vida diaria se
manifiestan de forma distinta por los vocabularios que se van creando por
causas de querer pertenecer a un grupo social por ejemplo, por llamar la
atención, imponer tendencias, etc. Todo tiene un porqué de las cosas aunque a
veces nosotros no sepamos de donde salgan esas frases.
El objetivo general es encontrar la manera de que las personas usen
apropiadamente el vocabulario tan amplio que poseemos. Por medio de
investigaciones documentales, proponer a los adultos el no perder la propiedad
de habla, mejorar el español a mediano
plazo. A su vez tratar de dar ejemplos de los modismos del habla que van
modernizándose y cambiando el habla y vida cotidiana de todos los individuos.
Lo que yo encuentro como objetivo específico es llegar a conclusiones
llevando una secuencia lógica de credibilidad en este tema. Investigando
errores, conocer los conceptos de algunas palabras comunes que utilizamos para
referirnos a algo específico, modismos, hacer comparaciones etc. Diferenciar
léxicos de modismos de habla, comparar ambos y hablar de ellos en sus distintas
características y tendencias que van dejando huella.
Para entendernos mejor unos
a otros y no acoplarnos a palabras nuevas ni inventadas es importante tomar en
cuenta lo ya sabido pero que seguimos ignorando. También para no criar a los
jóvenes con modismos ni acostumbrar a las personas a entender palabras que no
son comunes y no deteriorar más la
comunicación, es preciso retomar de nuevo este tema.
“El uso
incorrecto de ciertas expresiones desvirtúa y opaca el estilo y la jerarquía de
la lengua española. Todos los días y
muchas veces al día se escuchan y se leen expresiones que pueden pasar por
correctas si uno no se detiene a pensar y analizar los errores.”
(Universitat Autònoma de Barcelona Departament de Pedagogía Sistemàtica y Social, 2008)
(Universitat Autònoma de Barcelona Departament de Pedagogía Sistemàtica y Social, 2008)
Un acento puede cambiar el
sentido de una palabra y de toda una frase, pero a veces remplazamos palabras
modismos, tecnicismos, o abreviamos
palabras para hablar más rápido, o estar dentro de un círculo social
hablando de determinada forma, pero no
hacemos consciencia que esto conlleva aún más la pérdida del buen habla.
Muchas veces un determinado grupo social hablan de alguna forma para sentirse
pertenecientes y entendidos, y se van acostumbrando a esa manera de hablar.
Ignoramos que las palabras
estén mal pronunciadas, nos adecuamos para entender lo que hablan las demás
personas, leemos sus labios y hacemos de todo para seguir la comunicación,
ignoramos que es un problema que la
afecta. Arrastramos palabras, no pronunciamos correctamente las letras de una
palabra, no hablamos con fluidez, y el problema crece aún más cuando crecemos y
pasamos a los siguientes grados estudiantiles. Llegamos a una edad adulta en la
que cuenta aún más nuestra educación gramatical, es parte de nuestro curriculum
personal el saber hablar apropiadamente, en mi caso, estoy estudiando docencia,
y si no sé expresarme adecuadamente ¿Cómo les pondré el ejemplo a mis futuros
estudiantes?
Es muy fácil decirlo,
proponerlo o imponerlo pero no lo hacemos, no lo llevamos a la práctica. Hasta
el día en que no pasemos alguna vergüenza de este tipo quizás entenderemos y
queramos enmendar nuestros errores y hábitos al hablar.
Para muchas personas las
palabras adecuadas les parecen cursis y anticuadas, incluso las acortan para no
decirlas completas, tal es el caso con los nombre propios de las personas.
Hasta ese punto hemos llegado con tal de hablar menos o se escuchen mejor según
nosotros. Empezamos a imponer apodos, sobrenombres que distorsionan y modifican
el nombre original que nos ponen nuestros padres al nacer.
Otra manera de hablar que
está muy fuerte en estos tiempos y que sigue marcando tendencias son los
famosos albures. Estas palabras que todos escuchamos a donde quiera que vamos
son palabras que para mí en lo personal me parecen de mal gusto y vulgares. En
estos tiempos la mayoría de las personas hablan en doble sentido. Es un juego
de palabras muy popular y aquí gana quien tiene la última palabra o quien tiene
algo que contestar al respecto. En todos los casos, la clave para que este
lenguaje funcione es la diversión, si el aludido no se ríe, el albur no
funciona.
"La
picardía mexicana y la fenomenología del relajo (fiesta, desorden) son algo que
identifica al mexicano contra la fayuca (contrabando) cultural, el coloniaje
que sigue presente para supuestamente hacernos hablar correctamente". (El
albur, el 'código secreto' de México, 2011)
Para mi es de suma importancia
este tema, al principio estuve indecisa al no elegir mi tema, pero los modismos
del habla, lo nombre así porque es a lo que nos enfrentamos día con día a donde
quiera que vayamos, por más estudios que tenga una persona suele adaptarse a
las malas costumbres de comunicación.
Todos estamos expuestos a la
mala interpretación y mala comunicación. Debemos hacer consciencia a donde
queremos llegar ya que si seguimos así será cada vez más difícil desapegarnos
de las tendencias de vocabularios. Sé que estará raro si corregimos a las demás
personas por que se pueden llegar a sentir ofendidas pero podemos empezar
nosotros mismos tratando de hablar lo más correctamente posible para así de
esta maneta hacerlos que ellos se apeguen a nuestro vocabulario y se vuelva
hacer esa cadena de costumbres al hablar, solo que esta vez haciéndolo bien.
No hay comentarios:
Publicar un comentario