viernes, 22 de noviembre de 2013

Teoría Triangular del Amor

Teoría Triangular del Amor
            El estudio de las relaciones interpersonales y, específicamente, de las denominadas "amorosas" ha tenido a lo largo de la historia de la psicología un curso irregular. Aunque pueden encontrarse escritos psicológicos sobre el tema desde finales del siglo pasado, lo cierto es que ha faltado un cuerpo de conocimientos suficiente desarrollado sobre el tema. (Serrano & Carreño, 1993, pág. 151)
¿Alguna vez has pensado que el amor es un simple sentimiento y nada más? ¿Que solo es cuestión del “corazón” y no del razonamiento? Eso no es lo que el psicólogo norteamericano Robert Sternberg dice, desde los años ochenta él se ha encargado de estudiar el amor desde un punto de vista psicológico, aplicándole metodología científica logró desmentir o confirmar unos cuantos mitos acerca de esto.
Según nuestro psicólogo, en el amor existen tres elementos fundamentales que son: la intimidad, la pasión y el compromiso, y adaptando una metáfora geométrica toma la forma de un triángulo. Los triángulos varían de persona en persona, y por ende el amor  que existe entre ellos. Veamos los elementos a profundidad:
Intimidad: Nos dice que es el pegamento que une al compromiso con el afecto, pero para Sternberg no significa sexo, sino que el individuo vea por el bienestar y la felicidad de su pareja al compartir experiencias. También lo considera un sentimiento de consideración y respeto, intimar es la compresión mutua incentivando la comunicación más allá de lo superficial.
            Pasión: Aunque algunos lo definen como el momento donde lo físico y lo romántico hacen su aparición, los sentimientos, la atracción física y el deseo de estar juntos es lo que los transporta a un estado de locura temporal cuando dos cuerpos se encuentran unidos en uno solo. Mientras que otros lo han llegado a definir como “uno de los sentimientos más poderosos de una relación, pudiéndose afirmar que todo ser humano ha experimentado en algún momento de su relación el frenesí, el amor desbordante y la desesperación del amor romántico.” Fisher (Citado como en Mazadiego & Garcés, 2011) 
Compromiso: este es un caso muy curioso ya que se divide en dos elementos:
• La decisión de amar a alguien.
• La determinación para mantener ese amor a través del tiempo.

            Estar comprometido es un acto que realizamos completamente conscientes,” En un sentido más amplio que en el ámbito de la pareja, la capacidad de comprometerse es una condición de ser adulto. Comprometerse significa estar ligado tanto emocionalmente como intelectualmente a un curso de acción o a otra persona o personas” (Larraburu, 2013, ¶ 3) es voluntario y libre. Incluye la decisión del afecto que sientes hacia la otra persona, quitando lo pasajero a la relación para convertirlo en un periodo indefinido, quizás en un “para siempre”.
Pero hay parejas que solo tienen un lado favorito, por decir así, por ejemplo los que solo tienen intimidad existe “cariño” entre ellos, es decir que solo hay intimidad sin una pizca de pasión y compromiso. Por otro lado el “amor vacío” solo está compuesto por el compromiso que son las relaciones estancadas sin intimidad ni pasión. Y por último el “encaprichamiento” se compone solo se compone de pasión y nada más.
También existen las parejas que prefieren tener dos elementos sobresalientes en su relación, muestra de lo anterior, el “amor romántico” es aquel que se compone de intimidad y pasión, en este la pareja se siente atraída y sin ningún tipo de atadura. A su vez “amor sociable” es intimidad más compromiso, que hace su aparición en relaciones largas en la que la pasión se ha muerto, sería algo así como tener una relación con tu mejor amigo. Finalmente el “amor fatuo” Aquí encontramos caminando de la mano a la pasión y al compromiso que se muestra por lo general en los matrimonios precoces sin tiempo de intimar.
El amor consumado es la mezcla perfecta entre pasión, intimidad y compromiso.
En conclusión, toda relación posee estas características que la convierten en un triángulo, pero no todos los triángulos tienen el “perfecto equilibrio” que nuestro psicólogo nos presenta como normal, como se dijo cada persona es diferente y su inclinación hacia un elemento en específico también tiende a variar, tampoco se dice que si no estás en equilibrio con los tres tu relación será un fracaso, amor es amor no importa la forma de tu triángulo.




                                                                                 Referencias
            Larraburu, Isabel. (2013). Trilogía sobre el amor. II. La decisión de amar. Recuperado el 15 de  noviembre de 2013, de http://www.isabel-larraburu.com/articulos/pareja/127-trilogia-sobre-el-amor-iii-la-decision-de-amar-.html?lang=
            Mazadiego, Teresa., Garcés, Jose. (2011). El amor medido por la Escala Triangular de Sternberg. Recuperado el 15 de noviembre de 2013, de http://psicolatina.org/22/seccion1/amor.pdf
            Serrano, Gonzalo., Carreño, Mercedes. (1993). La teoría de Stenberg sobre el amor análisis empírico. Recuperado el 16 de noviembre de 2013, de http://www.psicothema.com/pdf/1135.pdf
            

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