Teoría Triangular del Amor
El estudio de las
relaciones interpersonales y, específicamente, de las denominadas
"amorosas" ha tenido a lo largo de la historia de la psicología un
curso irregular. Aunque pueden encontrarse escritos psicológicos sobre el tema
desde finales del siglo pasado, lo cierto es que ha faltado un cuerpo de conocimientos
suficiente desarrollado sobre el tema. (Serrano & Carreño, 1993, pág. 151)
¿Alguna vez has pensado que el amor es un simple
sentimiento y nada más? ¿Que solo es cuestión del “corazón” y no del
razonamiento? Eso no es lo que el psicólogo norteamericano Robert Sternberg dice,
desde los años ochenta él se ha encargado de estudiar el amor desde un punto de
vista psicológico, aplicándole metodología científica logró desmentir o
confirmar unos cuantos mitos acerca de esto.
Según nuestro psicólogo, en el amor
existen tres elementos fundamentales que son: la intimidad, la pasión y el
compromiso, y adaptando una metáfora geométrica toma la forma de un triángulo.
Los triángulos varían de persona en persona, y por ende el amor que existe entre ellos. Veamos los elementos
a profundidad:
Intimidad: Nos dice que es el
pegamento que une al compromiso con el afecto, pero para Sternberg no significa
sexo, sino que el individuo vea por el bienestar y la felicidad de su pareja al
compartir experiencias. También lo considera un sentimiento de consideración y respeto,
intimar es la compresión mutua incentivando la comunicación más allá de lo
superficial.
Pasión:
Aunque algunos lo definen como el momento donde lo físico y lo romántico hacen
su aparición, los sentimientos, la atracción física y el deseo de estar juntos es
lo que los transporta a un estado de locura temporal cuando dos cuerpos se
encuentran unidos en uno solo. Mientras que otros lo han llegado a definir como
“uno de los sentimientos más poderosos de una relación, pudiéndose afirmar que
todo ser humano ha experimentado en algún momento de su relación el frenesí, el
amor desbordante y la desesperación del amor romántico.” Fisher (Citado como en
Mazadiego & Garcés, 2011)
Compromiso: este es un caso
muy curioso ya que se divide en dos elementos:
• La decisión de amar a alguien.
• La determinación para mantener ese amor a través del tiempo.
Estar comprometido es
un acto que realizamos completamente conscientes,” En
un sentido más amplio que en el ámbito de la pareja, la capacidad de
comprometerse es una condición de ser adulto. Comprometerse significa estar
ligado tanto emocionalmente como intelectualmente a un curso de acción o a otra
persona o personas” (Larraburu, 2013, ¶ 3) es
voluntario y libre. Incluye la decisión del afecto que sientes hacia la otra
persona, quitando lo pasajero a la relación para convertirlo en un periodo
indefinido, quizás en un “para siempre”.
Pero hay parejas que solo
tienen un lado favorito, por decir así, por ejemplo los que solo tienen intimidad
existe “cariño” entre ellos, es decir que solo hay intimidad sin una pizca de
pasión y compromiso. Por otro lado el “amor vacío” solo está compuesto por el
compromiso que son las relaciones estancadas sin intimidad ni pasión. Y por último
el “encaprichamiento” se compone solo se compone de pasión y nada más.
También existen las parejas
que prefieren tener dos elementos sobresalientes en su relación, muestra de lo
anterior, el “amor romántico” es aquel que se compone de intimidad y pasión, en
este la pareja se siente atraída y sin ningún tipo de atadura. A su vez “amor
sociable” es intimidad más compromiso, que hace su aparición en relaciones
largas en la que la pasión se ha muerto, sería algo así como tener una relación
con tu mejor amigo. Finalmente el “amor fatuo” Aquí encontramos caminando de la
mano a la pasión y al compromiso que se muestra por lo general en los
matrimonios precoces sin tiempo de intimar.
El amor consumado es la mezcla
perfecta entre pasión, intimidad y compromiso.
En conclusión, toda relación posee estas características que la
convierten en un triángulo, pero no todos los triángulos tienen el “perfecto
equilibrio” que nuestro psicólogo nos presenta como normal, como se dijo cada
persona es diferente y su inclinación hacia un elemento en específico también tiende
a variar, tampoco se dice que si no estás en equilibrio con los tres tu
relación será un fracaso, amor es amor no importa la forma de tu triángulo.
Referencias
Larraburu, Isabel. (2013). Trilogía sobre el amor. II. La decisión de amar. Recuperado el 15 de noviembre de
2013, de http://www.isabel-larraburu.com/articulos/pareja/127-trilogia-sobre-el-amor-iii-la-decision-de-amar-.html?lang=
Mazadiego,
Teresa., Garcés, Jose. (2011). El amor
medido por la Escala Triangular de Sternberg. Recuperado el 15 de noviembre
de 2013, de http://psicolatina.org/22/seccion1/amor.pdf
Serrano, Gonzalo.,
Carreño, Mercedes. (1993). La teoría de
Stenberg sobre el amor análisis empírico. Recuperado el 16 de noviembre de
2013, de http://www.psicothema.com/pdf/1135.pdf
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